La condición sobrenatural de los gatos es una leyenda que se ha repetido durante siglos en diversas culturas. Para los egipcios los mininos eran representaciones terrenales de Bastet, la diosa de la armonía y la felicidad; en la India simbolizan a la diosa Sati de la fertilidad, y los japoneses creían que aportaba fortuna. Por otro lado, los celtas desconfiaban de los gatos negros: según ellos eran un símbolo del Mal.
Esta superstición se terminó de popularizar en Europa durante la Edad Media, sobreviviendo hasta el día de hoy a través de dichos populares y leyendas. Los productos culturales que consumimos en Occidente suelen reforzar el estereotipo. Lo irónico es que todo el peso de la mala suerte ha recaído siempre sobre ellos. Además del rechazo usual a tener uno en casa, los mininos negros se encuentran con el peligro de los grupos ocultistas.
No existen cifras oficiales que lo confirmen, pero sí leyendas sobre rituales macabros donde los gatos no salen bien parados. Por eso, las protectoras se blindan entre mediados de Octubre y principios de Noviembre. La adopción de felinos con el pelaje oscuro es limitada, con un procedimiento mucho más estricto que de costumbre. Algo similar ocurre con los de pelaje blanco, adoptados teóricamente para sacrificios de purificación.
Desde las asociaciones también piden a los dueños que extremen las medidas de seguridad en casa. Los felinos son animales libres, aman corretear y dar rienda suelta a su lado cazador: por su tendencia a fugarse, es posible que caigan en las manos equivocadas mientras pasean. Como decimos, no hay pruebas concluyentes pero los rumores bastan para tener miedo.
¡Tened mucho cuidado!