Despalzarnos de un sitio para otro es algo bonito y necesario, pero cuando lo hacemos por las calles de nuestra ciudad o por las carreteras conviene recordar que no estamos solos, por tanto debemos adecuar nuestro comportamiento al entorno y al tráfico. En el momento que nos desplazamos por la ciudad somos partícipes del tráfico, bien como peatones, conductores, viajeros o bien cuando lo hacemos en compañía de algún animal como un perro.
Lo que Sí debemos hacer:
– Debemos respetar siempre la normativa que regula la tenencia de perros y otros animales.
– Llevar al perro siempre atado y controlado cuando circulemos por zona peatonal, ya que al tratarse de un animal puede tener reacciones imprevisibles.
– El perro deberá ir por la zona más próxima a los edificios en el caso de que circulemos próximos a la calzada, sin molestar al resto de viandantes.
– Debemos cruzar la calle con el perro por sitios autorizados, es decir por donde lo haga el peatón.
– Los perros catalogados como potencialmente peligrosos, deberán llevar además un bozal.
Lo que NO podemos hacer:
– Llevar el perro suelto, pueden causar molestias, accidentes o ser atropellados.
– Llevar el perro atado, pero con correas extensibles que no permitan su control de una manera segura.
– Caminar cerca de los bordillos con los perros.
– Abandonarlo, si por algún motivo insuperable debemos separarnos de él, tenemos que buscarle alguien que se haga cargo del perro, abandonarlo es causa de accidentes y molestias.
–Incumplir la normativa municipal, que es la que regula la tenencia de los perros, entre otros animales.
-Cruzar la calle fuera de los lugares autorizados.
Fuente: DGT